Eliminar los días festivos: ¿“suicida”, necesario o simplemente ineficaz?
Desde hace dos días, Francia no habla de otra cosa: para estabilizar las finanzas públicas francesas, François Bayrou quiere, entre otras cosas, eliminar dos días festivos. La idea ha inspirado enormemente a la prensa internacional, que a veces la considera una "apuesta arriesgada", a veces una "fantasía" y, en ocasiones, incluso sugiere hacer lo mismo.
Esta es una de las ideas estrella del primer ministro francés para controlar la deuda: eliminar dos días festivos del calendario vacacional. La medida, anunciada el 15 de julio, desató una oleada de protestas y desconcertó a la prensa internacional. ¿Es creíble? ¿Útil? ¿Alcanzable? ¿O es solo una farsa? Tras reflexionar, los analistas están divididos.
En Londres, el Daily Telegraph aplaude con ambas manos: "Francia tiene razón, al menos en este punto: eliminemos algunos días festivos", titula el diario conservador.
Debemos admitir que Bayrou no se equivoca: ¿son realmente esenciales los días festivos, dado que la productividad sigue siendo mediocre y la deuda nunca ha sido tan alta? Pero quizás también sea hora de que el Reino Unido haga un balance de todos estos días festivos. Nuestra deuda pública se acerca peligrosamente al 100 % del PIB (en Francia, es del 110 %), y nosotros también tenemos un grave problema de productividad y sobran los motivos para preocuparnos por la sostenibilidad del presupuesto estatal.
Pero en Francia, un país conocido por su espíritu de protesta, la supresión repentina de dos días de vacaciones ha provocado evidentemente una protesta, escribe la BBC , que no se sorprende.
“Antes de tomar
Courrier International